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"Vivo con miedo de que mi mamá sea víctima de un feminicidio".



Por: Leticia Vaca.


"Desde niña, escuchaba y veía como mi papá se dirigía a mi mamá, exigiéndole que le sirviera rápido la comida, hazme esto, hazme aquello, incluso llegó a decirle que era una inútil y que él la tuvo que enseñar a cocinar porque cuando se casaron porque según él mi mamá no sabía hacer nada".

Mari (fue cambiada su identidad) compartió para La Alcantarilla cómo ha sido vivir en un entorno de violencia y vivir con el temor de que su madre llegué a sumarse a las cifras de víctimas de feminicidio.


Relató que desde muy pequeña escuchaba los insultos de su padre, aunque en un principio no había golpes, la situación escaló hasta llegar a los jaloneos, apretones de brazos y empujones, "mi madre siempre fue minimizada; la violencia también era y es económica, mi papá se desaparecía hasta por dos semanas y mi mamá lo recibía como si nada, no le dejaba dinero, la verdad no sé cómo le hacía para darnos de comer".


Cuenta Mari que su mamá se casó poco antes de cumplir los 16 años y que su padre quien le lleva siete años, fue su único novio, sin embargo fue más como una especie de arreglo, porque en su "noviazgo" solo se vieron un par de veces y su hermana mayor de quién estuvo casi siempre bajo su cuidado le aconsejó que le convenía casarse con él, ese ha sido otro de los argumentos que su papá ha usado en contra de su mamá.


"Mi mamá cuenta que el día de su boda fue el único día que ella bailó, nunca más volvió a asistir a alguna fiesta , a los nueve meses de haberse casado ya tenía su primer hijo; en cambio, mi papá sí se iba con sus amigos, recuerdo que yo tenía como 11 años y mi mamá me contó cómo tenía que escuchar a mi padre platicar con sus amigos de las mujeres con las que salía, 'le dijo a su amigo Aurelio que la vieja le había dicho que estaba embarazada' me platicó mi mamá; no supe cómo asimilar eso, para mí, mi papá era mi héroe y mi mamá acaba de terminar con eso".

En una ocasión, platicó, ya cuando sus hermanos mayores tenían solvencia económica ofrecieron a su madre dejar a su papá, pero ella no aceptó porque era "su cruz", además, cómo se iban a separar si están casados por la Iglesia. No podía vivir en el pecado.


"Mi mamá no terminó ni la primaria, dice que en sus tiempos aún casi no dejaban que las mujeres fueran a la escuela, aparte que no había dinero, mi abuelita tenía que trabajar porque mi abuelo falleció cuando mi mamá era una bebé(...) siempre ha sido ama de casa y no ve otra manera de llevar su vida, mis hermanas también le han insistido que lo deje porque además mi papá la ha amenazado con vender la casa donde viven (....) aunque a sus hijas e hijos nunca nos golpeó a nosotras nos decía que éramos unas callejeras y nos íbamos de 'libres' y culpaba a mi mamá de solaparnos, según él".

La situación se tornó más preocupante hace un par de años, cuando en una discusión su padre amenaza con golpear a su madre, "le decía ven para darte tu chinguita, afortunadamente estaban dos de mis hermanos en casa, aunque hace mucho que no vivo con mis papás, hay días en los que no dejo de preguntarme, qué pasará el día que mi papá se ponga violento y no haya quien defienda a mi mamá, porque he visto cómo se pone cuando se enoja, se transforma y no entiende razones , no quiero que mi madre forme parte de las cifras, pero tampoco hemos logrado que lo deje".

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