Por: Alejandra Cruz.
Ataviado con unas escandalosas botas rojas, y un vestido de lentejuelas verde agua, Emilia es la viva reencarnación de una diosa o una sirena que ha escapado del mar.
“Yo tengo una personalidad demasiado amable, pero soy una perra en tacones. Cuando te pones todo esto, te da más poder, más seguridad.”
Emilia es unx joven de 21 años, residente de la ciudad de México que estudia diseño de modas y, además, es drag queen.
Ser una Drag Queen es un estilo de vida, es aprendizaje y también una forma de dejar atrás los problemas diarios, ser drag se trata de jugar con uno mismo, de romper prejuicios, de crear una ficción propia, una piel nueva con la que nos sintamos cómodos y sobre todo que nos permita encontrar esa satisfacción plena que todos merecemos experimentar.
De acuerdo con el diccionario, ser Drag Queen es un término que describe a un hombre que se viste y actúa como lo que se conoce como estereotipos de una mujer de rasgos exagerados, con una intención primordialmente histriónica que se burla de las nociones tradicionales de la identidad de género y los roles de género.
Pero en palabras de Emilia, “ser drag es dar una voz, puede ser política, social, te puedes expresar a ti de esta manera y sentirte más libre.”
Un poco de historia
Hoy en día, la palabra drag ha pasado a formar parte de la cultura y a popularizarse, pero ¿qué tanto sabemos acerca del drag?...
El origen del término "drag queen" fue ampliamente discutido durante mucho tiempo. Están quienes los materializan en la "Reina de la Noche", una de las obras de ópera más importantes de Amadeus Mozart. Otros, en cambio, la ubican dentro de la época del burlesque victoriano durante la segunda mitad del siglo XIX.
Para la primera mitad del siglo XX, el drag ya había evolucionado dejando un poco atrás la crítica y pasando a ser una expresión casi totalmente artística. Para 1950, los espectáculos de drag eran muy comunes en establecimientos donde predominaba la clientela homosexual, así como en bares gays que eran clandestinos, pues aún había mucha represión.
En la actualidad, el drag está muy presente en la cultura popular actual, si no en Netflix, en Youtube o incluso en programas como The Switch en Chile o La Más Draga en Mexico; hoy en día las drags toman la calle y ya no son restringidas a la noche y las discotecas.
¿Qué implica ser drag?
Ser Drag Queen no es solo ponerse peluca, glitter y unos tacones altos, también implica la construcción de un personaje en todos los sentidos, es por eso por lo que es muy importante tener en claro quién es uno. “La primera vez sentía que iba a perder mi personalidad, y que ya no iba a poder ser yo, no me iban a reconocer, que se iba a perder mi esencia. Era lo que más temía, pero el empoderamiento que te da es muy padre, y ya después no te da miedo. “, confiesa Emilia.
De igual forma, en su vida personal ha tenido ciertos conflictos “a muchos no les gusta, un novio que tuve no le gustaba esta parte y yo la quise dejar, pero al final terminamos, no valía la pena. Hay pros y contras, hay unos que lo conocen desde el principio, te dicen que les gusta, pero hay otros que no, y he llegado a pensar que no voy a poder estar con ellos por eso.”
Sumado a esto, el factor de los gastos que se realizan en este proceso de transformación es un tema importante: “La verdad es que sí es muy costoso. Un vestuario bien hecho, las pelucas, constantemente tenemos que invertir en maquillaje y zapatos; yo creo que contando todo serían como unos 5 mil pesos por look, mínimo igual unos 2 mil.”
¿Se puede vivir de hacer drag?
Emilia considera que sí se puede vivir de hacer drag, sí cuesta mucho trabajo, pero para ella es algo que vale la pena; “tuve un concurso en baby donde te premiaban con 6 mil pesos y con ser residente en el lugar. Las últimas veces que me he presentado ha sido en concursos, uno en Malva y otro en un antro de zona rosa. Regularmente cuando voy a antros, ahí hago el hosteo digamos de a grapa, porque bailo en las tarimas o me subo, porque igual voy mucho a los antros y me conocen, me gusta, lo hago por amor al arte.”
Pero para ella como para muchos otros, todo comenzó con RuPaul's Drag Race; “La primera vez que hice drag en mi vida fue en la prepa en teatro, hice un papel de mujer y ese fue mi primer acercamiento al drag en un escenario. La segunda vez fue hace un año, me inspiró Ru Paul, el programa me inspiró y fue lo que me hizo tomar la iniciativa.”
El otro lado de la moneda
Sin embargo, no todo es color de rosa.
Ser drag en la Ciudad de México es sinónimo de acoso y discriminación. Salir a la calle personificado como el sexo opuesto muchas veces provoca reacciones de disgusto y morbo entre la gente.
“Normalmente, en los lugares de la comunidad me siento super cómoda, super bien, aunque sí ha habido unos roces con un par de personas, pero nada grave. En donde realmente me he llegado a sentir acosada o incómoda, ha sido en la calle. Como yo vivo un poco lejos de zona, tomó el transporte público y un par de veces me ha tocado que los hombres se acercan a mí o me hablan, como que acosan. “
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Discriminación 2017 del INEGI, la apariencia física es la principal causa de discriminación, donde 53.8% de la población mayor a 18 años, señaló que ha percibido al menos una vez algún gesto de rechazo por su peso, tono de piel, vestimenta, estatura y arreglo personal.
Emilia dice nunca haber sufrido algún suceso realmente fuerte, pero tiene amigas que sí han vivido eventos que pasan de ser sólo un “momento incómodo”. Además, asegura no saber a qué entidad podría acudir en caso de algún tipo de agresión, y que tampoco se sentiría segura haciendo una denuncia con un oficial o policía.
En México, uno de los problemas primordiales con los cuales se tiene que lidiar es que estamos inmersos en una cultura machista, misógina, que aún no termina que aceptar lo que es “socialmente inadecuado” o “diferente”. Y queda claro con las estadísticas; Conapred estima que 7 de cada 10 personas homosexuales piensan que en México no se respetan los derechos de las personas de diversidad sexual y aproximadamente el 50% de la comunidad reportan haber sido discriminadas en algún momento de su vida.
Además, según el informe Violencia, impunidad y prejuicios, realizado por la organización “Letra S”, tan solo entre 2013 y 2017 fueron asesinadas 381 personas de la comunidad LGBT en el país.
Pese al terrible panorama, alguien que ha ayudado mucho a este problema es el presentador estadounidense RuPaul, quien desde hace muchos años puso en la televisión los temas del “drag” y el travestismo, para eliminar prejuicios.
Para Emilia, RuPaul no sólo es inspiración en su drag, sino también cree que su programa hizo un cambio y dio una visión diferente de lo que es.
“Desde RuPaul, la gente abrió los ojos al travestismo, ya no viéndolo como algo sexualizado o algo que tiene que ver con la prostitución, cambió totalmente a lo que era antes. En México, con el programa y la visualización del programa La más Draga ha ayudado mucho a desprenderse de esos viejos conceptos”.
Lo único que piden los drags es respeto y empatía, que se les reconozca como seres humanos y se les garantice su derecho de libre expresión y su derecho a vestirse como quieran, independientemente de su sexo, género e identidad sexual.
Comments