Por: Joce Benitez.
Terminaron al fin las celebraciones navideñas, no así los pretextos, para continuar con festejos y adquirir productos de diversa índole, continua el afamado catorce de febrero; el consumismo es el que más resalta en esta fecha, pues pareciera que ahora la amistad y el amor se compra más que regalarse, le sigue el carnaval y continúa la comilona con las múltiples comidas de la Semana Santa y así durante todo el año…, lo cierto es que la mercadotecnia siempre envuelve a las personas y las incita a adquirir diferentes artículos de manera desmesurada.
Según especialistas en el área, los bolsillos se ven severamente afectados durante cada celebración y visitas a los supermercados, es decir, se carece aún de una cultura del ahorro y es mínimo lo que se invierte en educación y salud.
La amistad y el amor se ha distorsionado por la publicidad y la mercadotecnia, pues aunque son valores indispensables, su esencia se ha perdido, los detalles son agradables para cualquier persona pero podría ser más auténtico lo realizado por sí mismo y de la forma más natural, pues convierte los detalles en algo agradables a cualquiera y con un valor muy significativo.
De acuerdo con lo dicho en entrevista para La Alcantarilla por el economista Oliver Rene Arroyo Leos, en México hay una cultura arraigada de “no ahorro”, mismo que se refleja en fechas de festividades como el 14 de febrero, Día de las Madres o Navidad, fechas en las que las personas gastan más de lo que se debería.
Indicó que algunas estadísticas prevén que a nivel nacional una persona durante navidad puede gastar 3 mil pesos en una cena de navidad, mientras que la estimación de gasto de una personas para el día del amor y la amistad ronda los 250 pesos, es decir, por arriba del salario mínimo que es de 102.68 pesos por día de trabajo.
“En todas partes se promueve el festejar algo. La cultura debería ser de no gastar dinero que aún no poseemos. Acabamos de pasar la famosa “cuesta de enero” y muchas de las familias se acaban de recuperar de lo gastado en diciembre como para poder pagarlo mañana (…) tenemos que ser, en este tipo de fechas, consientes de lo que gastamos y, la verdad, regalar menos a las personas a los que queremos no implica que las queramos menos” comentó.
Lo importante es no caer en las garras de la publicidad y la mercadotecnia, evitar en la medida de lo posible ser parte de las masas sociales, como dice la frase tan trillada "regale amor, no lo compre", creo hay algo de razón en ello, pues hasta una palabra puede cambiar el sentir y vivir de quienes apreciamos, no dejemos de celebrar el amor y la amistad cualquier día del año, ya que son valores que además de enriquecernos como personas y alimentar el alma son necesarios para la humanidad.
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