Reconstruyendo Vidas: El proyecto de vida de Lupita
- La Rata
- 29 may
- 2 Min. de lectura

Por: Leticia Vaca
Yeni Guadalupe Hurtado Ramírez, mejor conocida como Lupita Hurtado, encontró en la colectividad una forma de sanar y transformar. Hace tres años, tras quedarse sin empleo, decidió reunirse con otras mujeres en situaciones similares para crear un círculo de escucha y apoyo mutuo. Así nació “Reconstruyendo Vidas”, iniciativa que se convirtió en su proyecto de vida
“Tenemos apenas tres años y ya somos 80 familias. En este año hemos logrado más gestiones, se han abierto puertas y gracias a nuestra labor nos hemos mantenido, a pesar de no ser una asociación civil ni tener fines de lucro. A través de nuestras redes sociales informamos con total transparencia sobre los apoyos que recibimos y su destino”, comparte Lupita.
Una red de apoyo con rostro de mujer
Lupita, quien desde siempre ha estado en contacto con el tema de la discapacidad debido a su hermano, estudió fisioterapia y combinó su experiencia personal con su vocación de servicio. Aunque comenzó apoyando de manera individual, desde hace tres años su ayuda se ha transformado en una agrupación solidaria y organizada.
“Reconstruyendo Vidas” está conformada principalmente por mujeres cuidadoras de personas con discapacidad, pacientes con cáncer, personas adultas mayores, y recientemente, madres trabajadoras que maternan solas. Muchas de ellas no tienen un empleo formal y sobreviven gracias a la venta de productos en mercaditos inclusivos o catálogos. La agrupación funge como puente entre donantes y estas madres, enfocándose en brindar calidad de vida no solo al paciente, sino también a las cuidadoras.
Cuidar a quienes cuidan: reconstruyendo la salud mental
Durante este camino, descubrieron un gran obstáculo: aunque gestionaban capacitaciones gratuitas en chocolatería, bisutería, comida saludable y otros oficios, muchas mamás no podían asistir por la alta demanda de cuidados y la falta de recursos.
Esto las llevó a crear el proyecto “Reconstruyendo tu salud mental”, coordinado por la psicóloga Karina Loredo España, especialista en neuroprogramación lingüística, junto con su equipo de psicólogos, una tanatóloga y un neuropsicólogo. En alianza con la Universidad Marista, han impartido talleres y conferencias híbridas enfocadas en el manejo emocional de las cuidadoras y sus familias.
“Nos dimos cuenta de que muchas teníamos duelos no resueltos, autoestima baja y un autoconcepto deteriorado. Con este proyecto, 20 mamás recibieron sesiones de delfinoterapia con fines terapéuticos, y una de ellas pudo asistir a un retiro de sanación en Mazatlán. Fue una experiencia sanadora y liberadora”, relata Lupita con emoción.
La salud mental: una prioridad urgente
Lupita es clara al decir que no puede haber salud física sin salud mental. En su agrupación han identificado casos graves de depresión, ansiedad y pensamientos suicidas entre las cuidadoras. Por eso, han hecho de la salud mental su prioridad, convencidas de que una cuidadora emocionalmente estable tiene más herramientas para emprender, trabajar y cuidar con dignidad.
“Las instancias gubernamentales ya están viendo nuestro trabajo y valorando nuestra transparencia. Eso es nuestro gran motivante”, dice con orgullo.
Una vida dedicada al cuidado
Además de liderar la agrupación, Lupita también es cuidadora: atiende a su madre, viuda y adulta mayor; a sus dos hijos; y a su hermano con un síndrome genético. Con una sonrisa firme y resiliente, concluye:
“Estamos felices. Yo estoy muy feliz porque, aunque falta mucho por hacer, ya logramos mucho. concluye
Comments