Por: Joce Benites
Quizá una de las tareas más difíciles de los seres humanos, es la lucha con nuestros propios pensamientos, porque podemos caer en un bucle sin salida.
Para poder afrontar la lucha con lo spensamientos constantes, que nos pueden generar incertidumbre o ansiedad, egún la psicóloga española, Cristina López Mérida, en primer plano es importante aprender a diferenciar un pensamiento obsesivo de lo que es un pensamiento rumiativo.
El pensamiento rumiativo tiende a meterse en nuestra mente de forma intrusiva, insistente, generando preocupación. Es decir, aquel que solemos utilizar cuando decimos “me estoy rayando” o “no paro de darle vueltas a este tema”.
Mientras que los pensamientos obsesivos son aquellos que, aunque también aparezcan de forma intrusiva en nuestra mente, generan un elevado grado de ansiedad y malestar por la creencia de que pudieran ser ciertos.
Cristina López Mérida destacó que el pensamiento rumiativo se genera cuando estamos preocupados por algo y no paramos de darle vueltas en la cabeza. Nos genera malestar y nos cuesta detener ese ciclo de pensamientos, generalmente negativos.
No obstante, el pensamiento obsesivo, aunque aparece de forma intrusiva, somos conscientes de que es irracional, pero la posibilidad de que pueda ser cierto genera un elevado grado de ansiedad, interfiriendo en el día a día. Estos tipos de pensamientos suelen sufrirlo las personas que padecen un Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC).
La especialista explicó que la forma en que se pueden eliminar los pensamientos obsesivos es aceptando dicho pensamiento, pues indicó que al mismo tiempo se acepta también la ansiedad que estos nos generan.
La clave está en aprender a observarlos, a distanciarnos, y verlo solo como lo que son, pensamientos, no acciones reales, según comentó.
Hoy en día existen problemáticas que afectan a la sociedad entera y quizá todas las energías invertidas en los pensamientos obsesivos se podrían canalizar en beneficio social.
Recuerda que tus problemas sin alimento morirán. Pues como dice el mismo dicho: “piensa menos y actúa más”.
