Por: Joce Benites
En la actualidad existen variados medios donde podemos expresarnos, sin embargo, con frecuencia se olvida el principio que dice “mi derecho termina donde comienza el de los demás”, frase que funciona como reguladora. Sencillo, tu libertad termina donde empieza la mía, es decir, tus derechos a la marcha terminan cuando empiezan los de las otras personas que circulan libremente.
Resulta sencillo emitir opiniones de diversa índole, sobre todo si de prensa se trata, aquí hay que tomar en cuenta siempre el impacto que se tendrá, sobre todo hoy que se tiene una sociedad muy lastimada a causa de la riqueza mal distribuida, la violencia, pérdida de valores, etcétera.
Como ya sabemos, la libertad de expresión es un derecho que nos corresponde e incluso esta decretado en el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que establece:
“Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”.
No hay que perder de vista que las opiniones de las nuevas generaciones pueden hacer aportes importantes a nuestra sociedad, y que ya se ha visto hacen aportes importantes y trascendentes, pues una mente nueva y fresca puede llegar a tener ideas innovadoras que pueden conquistar y cambiar el mundo, sólo que en ocasiones es complicado luchar con mentes erradas y autoritarias.
Hoy en día se ve a jóvenes inquietos por hacer valer sus opiniones e ideas, que buscan o intentan cambiar el mundo, tal es el caso de los jóvenes periodistas en busca constante de sueños que por desgracia se quedan a medio camino por falta de oportunidades, políticas y políticos abiertos (as) a esas nuevas ideas.
La libertad y la expresión son hasta cierto punto dos virtudes con las que el hombre nace, pero que en ocasiones son mal utilizadas, pues si de periodismo se trata, la prioridad sería proponer con constancia ideas en beneficio de la sociedad, como ya se mencionó en un inicio, siempre respetando los derechos de terceros.
