Por: Joce Benites
Repentinamente la lluvia volvió a caer y a alegrar las tardes de verano en San Luis Potosí ¿quién iba a imaginar que la estación del año más añorada por todos iba a ser brillante y refrescante? Al menos, yo sentí miedo por los días tan calurosos que mi cuerpo vivió, pero con la lluvia, fresca como la nieve, todo recobró vida, brillo y hasta fuerza.
La lluvia es así, cae después de los truenos y relámpagos que anuncian que todo vendrá a ser diferente.
La tierra lo agradece y todo ser que habitamos en ella, lo hacemos de igual manera. No puedo dejar de emocionarme al ver la lluvia caer y más aún disfrutar de todos los beneficios que ésta me trae, pues las flores de los jardines lucen esplendorosas y los frutos que, degusta mi paladar, son más ricos todavía, ¿será a caso, a consecuencia de las lluvias? Esa es una teoría bastante acertada y coherente, ya que según los expertos los truenos, los rayos, el aire y la propia lluvia son indispensables para el desarrollo y maduración de los frutos.
Son incontables los beneficios que la lluvia nos trae y aunque parece desagradable para algunos, ellos no imaginan que vida nos da.
Los estragos también se hacen presentes y ya vemos en los diferentes medios de comunicación que algunas ciudades y municipios están colapsando con la cantidad de agua que ha caído en los últimos días, está el caso concreto de la presa San José que, después de varios meses de lucir vacía y a punto de morir, no se le dio el mantenimiento demandado y ahora que está al máximo de su capacidad está creando problemas.
La lluvia y sus beneficios es una cosa, las políticas en beneficio del agua y prevención de problemas es otra, la concientización sobre el cuidado del vital líquido ya es particular, y hay demasiado por hacer y aprovechar todavía con las precipitaciones que hemos tenido.
La reactivación económica ha sido beneficiada poco más y ahora las personas del campo sus cosechas verán abundar, tendremos gran variedad de frutos en el mercado, con ello el desarrollo y salud de las personas podrá mejorar.
Y en medio de un escenario violento, seco e insípido, las gotas del cielo vuelven a caer ilusionándonos a recrear nuestro planeta, las gotas despiertan la nostalgia de cuando éramos pequeños y ayuda a recordar atardeceres brillantes y llenos de paz del pasado, que ahora deseamos tener.
Comments