Por: Daniela Livier.
Acabo de cumplir un año en mi trabajo y puedo decir que al principio me sentía muy a gusto y parte de él. Ahora con muchos cambios en el equipo de trabajo me siento menos, por el simple hecho de ser mujer.
Es muy absurdo que en pleno siglo XXI en el que se habla de igualdad entre hombres y mujeres, exista aún la misoginia y el machismo, pero lo que aún es más absurdo es que gente que admirabas y considerabas como personas inteligentes, empáticas, preocupadas por la sociedad muestren esas actitudes.
Hace unas semanas me sentí agredida en mi trabajo, no porque se dirigieran a mi con alguna palabra altisonante o porque me haya sentido acosada, sino porque tomaron una decisión sin considerarme, a pesar de que se estaban metiendo con mis actividades laborales.
Es importante mencionar que trabajo en un periódico digital, yo estoy como editora web, sin embargo, el equipo de trabajo siempre fue formado por hombres (reporteros y columnistas) y mi puesto siempre fue realizado por una mujer.
Hasta hace un año, se integró la primera reportera y hace poco más de tres meses una compañera más.
Volviendo a lo que considero como un acto de agresión, resulta que un día me tuve que retirar antes de que acabara la junta que tenemos cada semana, para mi sorpresa hubo cambios que se hicieron en mi ausencia y que me afectaban directamente.
El día que regresé a trabajar me encontré con la noticia de que me habían quitado una de mis actividades, la que constaba en revisar las notas periodísticas. Lo peor no fue que me quitaran dicha actividad sino que no me lo habían consultado y ni siquiera comentado.
Me enteré de ese cambio hasta que el jefe de información me dijo que el practicante (que se había ofrecido en ser un filtro para la revisión de notas) había propuesto tal título para la nota que ya estaba lista para subirse. En ese momento me molesté mucho, porque me hicieron a un lado al asignar mis actividades a otras persona.
Estoy consciente que estaba dejando ir errores en las notas, pero considero que no fue la mejor manera de solucionar el problema, creo que lo conveniente hubiera sido que primero me preguntaran qué era lo que estaba pasando conmigo, quizás tenía problemas personales y estaba muy distraída por eso, o bueno, me hubieran llamado la atención por eso errores y quizás darme un ultimátum. ¿Pero qué es eso de hacer las cosas a tu espalda?.
Realmente, cuando sucedió eso, lo primero que vino a mi mente fue me consideran incapaz para esa labor. En mi defensa puedo decir que todo el trabajo se me estaba juntando casi a la hora de mi salida, por lo que yo comenzaba a hacer las cosas a prisa con tal de salir a tiempo, nunca lo logré y ni muchos menos me fueron remuneradas las horas extras.
Se solucionó mi problema, me regresaron mi actividad y yo me había comprometido a ser más cuidadosa con las notas. Solo que el nuevo esquema de trabajo había quedado de la siguiente manera: reporteros me mandaban las notas a mi, yo las revisaba (primer filtro), se la enviaba al practicante (segundo filtro), él al jefe de información (tercer filtro) y la nota volvía a mí para subirla a la web.
Un día, una de las reporteras me envió una nota, la revisé y seguí el nuevo procedimiento, cuando llegó la nota para subirse, me di cuenta que le habían quitado la mitad de los párrafos a la nota original.
No dije nada porque creí que había sido decisión del jefe de información. Sin embargo, más tarde mi jefe me dijo que la nota original era más larga, que por qué no le había dicho; sinceramente porque esa nota hablaba de alguien que le generaba cierta simpatía a mi jefe, por lo que yo había dado por hecho que había sido para no perjudicarlo. Pero no fue así, el practicante había decidido cortarla. En fin, me regañó, y me dijo que tuviera más comunicación, igual creí que el practicante también había tenido un regaño, pero no había sido así. ¿Pero qué tal si en vez de Alejandro hubiera sido Alejandra? quizás a Alejandra sí la hubieran regañado.
Más adelante, las críticas comenzaron a caer sobre el trabajo de mis compañeras, mientras que entre ellos solo había felicitaciones y reconocimiento, pero cuando no estaban de frente hacían críticas sobre el trabajo de ellos mismos, ¿no que muy valientes? solo a nosotras se atreven a criticarnos frente a todos, pero entre ellos no tienen el valor.
Sinceramente por esas actitudes me he llegado a decepcionar de mi lugar de trabajo, tal vez muchas y muchos de ustedes piensan que soy una exagerada, al principio pensaba lo mismo porque minimizaba esas acciones, pero ahora me doy cuenta que estos micromachismos son el origen de actitudes más graves y preocupantes. Es el principio de volver a la sumisión.
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