La muerte de un bebé en el IMSS no es un caso aislado: el dolor de una madre ignorada
- La Rata

- 6 ago
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El bebé de Luz Daniela falleció el 13 de noviembre de 2022, a casi tres años, el IMSS abre sus puertas para entablar diálogo por primera vez .

Fotografía: Jazmín Ramírez García
Por: Jazmín Ramírez García
El caso de Luz Daniela sacude profundamente a todas las mamás potosinas. Su bebé falleció el 13 de noviembre de 2022 en el Hospital General de Zona No. 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en San Luis Potosí, después de días de omisiones, indiferencia y una cirugía urgente que se fue aplazando hasta que ya era demasiado tarde.
Es imposible escuchar su testimonio y no sentir rabia, impotencia, tristeza. Porque lo que vivió no fue un “accidente médico”. Fue una cadena de decisiones negligentes que terminaron en la pérdida de una vida recién nacida y en la devastación de una familia.
Lo más doloroso es que no es el único caso. Hay muchas mujeres, muchas familias, que se han enfrentado a lo mismo en hospitales públicos del país.
Daniela fue obligada a firmar un documento sin información completa, fue ignorada cuando preguntaba por su hijo y peor aún, le quisieron retener el cuerpo de su bebé si no firmaba un acta de defunción sin causa específica. ¿Cómo es posible que se sigan permitiendo este tipo de prácticas?.
Casi tres años tuvieron que pasar para que el IMSS accediera a un primer diálogo con ella. Tres años en los que el silencio institucional fue más fuerte que el grito de una madre que solo pide justicia. Tres años para que apenas se empiece a hablar de responsabilidad.
Esto no puede seguir pasando, si bien no basta con la disculpa pública o con un documento legal ya que el daño ya está hecho, pero debe haber consecuencias. Las autoridades de salud deben garantizar atención digna, profesional y humana. El sistema no puede seguir fallando a las personas más vulnerables.
Luz Daniela busca justicia y evitar que otra madre tenga que enterrar a su hijo por errores evitables. Su voz debe ser escuchada y su dolor no puede ser minimizado.
Ojalá su caso sirva como un precedente. Porque mientras sigamos normalizando la negligencia, ninguna madre estará segura en una sala de hospital público.
Que esta historia no se archive. Que esta vez, sí pase algo.
Porque la muerte de un bebé por negligencia no puede quedar en el olvido.








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