La historia de Pepe, el libro que Baila, rescata la memoria y enciende corazones lectores
- La Rata

- 12 oct
- 3 Min. de lectura

El arte no es un lujo, sino un derecho de la infancia. Y si la danza es un lenguaje universal, la compañía potosina El Ángel en el Espejo Danza-Teatro ha encontrado con su más reciente puesta en escena el diccionario perfecto para hablar directamente al alma de los espectadores más pequeños.
Olvídense de la idea arcaica de que la danza contemporánea es un acertijo reservado para las élites. La obra que nos ocupa, "La Historia de Pepe, el libro que perdió las letras, las palabras, la memoria", y que se presentó en la 45 edición del Festival Internacional de Danza Contemporánea Lila López nos ha recordado, con una verdad tan luminosa como un proyector en la oscuridad de la sala, que el arte es un cohete propulsado por la imaginación.
EL LIBRO QUE SE OLVIDÓ A SÍ MISMO: UN DRAMA DE TINTA Y MOVIMIENTO
"Pepe" no es solo un libro; es la metáfora palpitante de la curiosidad que se ha dormido, el eco de historias que corren el riesgo de ser olvidadas en un mundo de pantallas veloces. La trama, de una sencillez conmovedora y a la vez profundamente poética, nos presenta a un ejemplar que, con la cruel ironía de la vida, ha vaciado su interior: las letras se han esfumado como humo, las palabras han huido despavoridas y la memoria se ha convertido en una página en blanco. ¡Terror! ¡Verdadero terror por una mente sin lectura!
El elenco, con una destreza que hace levitar el alma, personifica el drama de este libro amnésico. Sus cuerpos se retuercen en una coreografía que es un grito silencioso por el conocimiento perdido. El movimiento, tan claro y transparente como el agua de un manantial, no solo cuenta la historia, sino que se convierte en la letra, la palabra y la memoria que Pepe necesita. La danza es aquí es el pegamento mágico que une las hojas de la imaginación.
CLAUDIA RODRÍGUEZ: EL COMPROMISO POTOSINO QUE TRASCENDIÓ EL TIEMPO
Esta joya teatral-dancística brilla con la luz propia de la coreógrafa potosina Claudia Rodríguez. Y es aquí donde la historia de la obra se entrelaza con la historia viva del propio Festival Lila López.
La maestra Rodríguez no es solo una artista; es la encarnación del compromiso con la danza en San Luis Potosí. De joven, formó parte del mítico Ballet Provincial de la Maestra Lila López. Imaginen por un instante: una artista que, desde su juventud, ha bailado bajo el paraguas de las 45 ediciones de este festival. Es un récord de fidelidad y pasión que se erige como un monumento, una hazaña comparable a la de un maratonista que nunca falta a la línea de salida. Para ella, presentar a "Pepe" en este marco no es solo un orgullo; es la ratificación de un juramento de amor al público potosino y a las nuevas generaciones.
Esta compañía, con raíces tan profundas en la tierra potosina como las de un ahuehuete milenario, demuestra que el talento local no solo compite, sino que lidera la conversación sobre el arte para las infancias.
LA IRONÍA DE LA DANZA QUE ENSEÑA A LEER
En un mundo saturado de influencers y algoritmos, existe una deliciosa ironía en que sea el lenguaje del cuerpo –la danza contemporánea, a menudo vista como abstracta– el que se alce como el más poderoso promotor de la lectura. "La Historia de Pepe" es una invitación a abrir un libro que, cual tesoro pirata, esconde fortunas de aventura y sabiduría.
Esta puesta en escena es más que un espectáculo; es una experiencia didáctica y emocional que opera como un faro para los pequeños. El Ángel en el Espejo ha logrado un milagro: hacer que los niños sientan que un libro perdido es tan dramático y urgente de encontrar como un juguete extraviado. La Historia de Pepe no es solo un éxito en el Lila López 2025; es un llamado a la acción. Es el inicio de una conversación que dice: El arte también es para ti, pequeño espectador. Ahora ve, y abre un libro.








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