Por: Joce Benitez.
La amistad es un valor que experimentamos a lo largo de nuestra vida y nos hace crecer como seres humanos, esta comprende confidencia y respeto a la vez, ¿quién no ha sentido la necesidad de ser escuchado alguna vez? Pues sencillo, todo ser humano en repetidas ocasiones quizá ha sentido dicha necesidad. Según expertos en psicología hablar libera y despeja algunas dudas, es por ello la importancia de la amistad.
Amigos los hay de diversas clases y en ocasiones se cuenta con amistades si se sabe o al menos se trata de ser amigo primero.
“La amistad exige franqueza, apertura, capacidad de tomar las críticas de los amigos tan seriamente como sus expresiones de admiración o elogio, lealtad y asistencia al punto de autosacrificio; quien no esta dispuesto a cubrir estas exigencias, su amistad por más bella que sea; jamás madurará”.
Se dice también que "la amistad es un afecto muy hondo, desinteresado, recíproco, firme, duradero y tan lleno de abnegación capaz de cualquier sacrificio al grado de llegar al heroísmo”, es decir que va más allá de las palabras, y que se traduce en hechos concretos por el bienestar de un amigo. Por lo tanto se menciona que quien cuenta con la amistad de alguien, cuenta con un gran tesoro.
Según Joseph Addison hay relaciones que no merecen la calificación de amistad pero que aún así ostentan ese nombre, es muy fuerte esa aseveración sobre todo en estos tiempos en que observamos en la sociedad, indiferencia y violencia en alto grado, pues con un poco de disposición y pequeños gestos de amistad viviríamos en un mundo más saludable, ya que la vida es demasiado complicada como para hacerla peor aún.
Psicólogos mencionan también la importancia de una amistad genuina que requiere tiempo, es decir que para que una relación entre dos o más personas sea catalogada como amistad debe contar con algo de tiempo de convivencia en el cual se llegue a conocer a una persona.
Existen frases y poemas en torno a este valor y en ocasiones al escuchar ver o leer una frase relacionamos o recordamos a un amigo y se suele hacer más fecundo el aprecio ya existente, cabe resaltar que la amistad nace desde el interior de la familia y esta se experimenta desde la relación que se lleva con los familiares, es decir el primer amigo con el que solemos contar es nuestro propio padre y madre y de ahí el resto de nuestros familiares obvio y como en todo habrá diferencias pero también dependerá de la madurez personal para llegar a acuerdos, planes y proyectos en beneficio de un fin.
Todo indica que hay una destrucción de valores que lastiman a la sociedad por lo que es importante entablar relaciones de amistad, en cualquier lugar en el que se desenvuelva, todo ello y como pequeños granos de arena generarán un mundo más saludable y agradable para el ser humano, mismo que contribuirá a revertir un poco los índices de violencia, intolerancias e injusticias que tanto daño causan a la sociedad en general.
En una relación amistosa es común expresar el aprecio con un “te quiero” pero la cuestión está en demostrarlo con hechos, es decir ¿qué se hace con ese aprecio? ¿qué se es capaz de hacer con ese aprecio?, pues a final de cuentas el cariño se da y no cuando ya no sirve se desecha y ya no se emplea el tiempo en buscarle otro uso.
Respetables lectores, expresen su amistad con hechos y no solo con palabras y obsequios, hagamos de nuestra sociedad un entorno agradable, no nos acostumbremos, ni heredemos a las recientes generaciones la idea de que sólo el más fuerte es el que sobrevive y hagamos lo propio y ayudemos desde nuestra trinchera.
Recuerden además la siguiente frase de un conocido poema anónimo “haz nuevos amigos, más conserva a los viejos amigos, estos son plata aquellos son oro”.
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