Por: Jazmín Ramírez García
El 22 de febrero festejamos a quienes con su conocimiento científico y tecnológico ayudan a mejorar la práctica de la agricultura, que es el arte de cultivar la tierra para producir alimentos y otras materias primas útiles para el ser humano.
Gracias a las y los agrónomos por solucionar los problemas agrícolas relacionados con las fuentes de energía, el funcionamiento correcto de las máquinas, el empleo de estructuras e instalaciones, los problemas ambientales y el almacenamiento y procesamiento de la producción agrícola.
No solo es un día más o una fecha más, el día de la y el agrónomo es un homenaje a un conjunto de personas asombrosas, verdaderas heroínas y héroes cotidianos.
Según la historia, la agronomía apareció en Europa en el siglo XVIII, ligada al desarrollo del método científico y a una “ideología de la utilidad” que incita a comprender y dominar la naturaleza.
Un 22 de febrero del año 1854 se instituyó el día de la y el ingeniero agrónomo, fecha que también fue utilizada como una forma para celebrar la remembranza al nacimiento de la primera universidad de educación agrícola, Ahora conocida como la Universidad Autónoma Chapingo.
Las y los ingenieros agrónomos, son expertos en plantas y animales; son protectores de la tierra y del saber agrícola. Su trabajo es desde concebir la genética de los cultivos y animales hasta aplicar tecnologías modernas para optimizar la producción de alimentos.
“Tengo la oficina más grande del mundo, no tiene techo ni paredes, llega hasta donde alcanza la vista, por eso amo la agronomía”
Felicitaciones todas aquellas personas expertas en diversas ciencias aplicadas al campo, optimizando y dando capacitación y que están involucradas en el proceso de producción y alimentos agrícolas.
