Por: Wendy Jiménez Bolaños
El inicio del Mundial Femenil Australia - Nueva Zelanda 2023 colocó en la agenda mediática y tendencia en redes sociales, el fútbol femenil profesional, sin embargo, algunos de los comentarios que surgieron al respecto no fueron del todo atinados.
Tal fue el caso del comunicador Mauricio Ymay, quien señaló que él consideraba que “en el fútbol femenil se seguían cometiendo más errores que aciertos”, por ello era necesario modificar las reglas del juego y las características de las canchas para adaptarlas a las (capacidades) de las mujeres, y así ver un fútbol más espectacular.
A dicho comentario, el también comunicador David Faitelson aseguró que modificar las reglas es “para que la mujer se sienta realmente plenamente en un campo de fútbol”, y se preguntó “¿por qué buscar (las mujeres) el reto de jugar donde juegan los hombres?”. Ambos comentarios, además de desatinados, evidencían la urgencia de ver más fútbol femenil y apostarle a las coberturas deportivas con perspectiva de género.
Pero, ¿en qué consisten las coberturas deportivas con perspectiva de género? Buscan realizar un tratamiento de la información basado en el derecho a la igualdad entre mujeres y hombres.
Colocan sus logros deportivos en el centro, sin machismo, sexismo y misoginia, tomando en cuenta los obstáculos que enfrentan debido al sistema de organización estructural que las sitúa en desventaja.
Es decir, la cobertura deportiva con perspectiva de género evitaría, en este caso, que se piense que cambiar las reglas del fútbol femenil es la única vía para “mejorar el nivel de juego”. De entrada, considero que el “nivel del juego” ni siquiera debería liderar el "importómetro del fútbol femenil”, cuando este deporte se ha desarrollado entre múltiples violaciones a los derechos humanos de las mujeres.
Asimismo, se evitaría pensar que ciertos deportes, como el fútbol, están hechos solo para hombres y que el ámbito deportivo no puede ser un espacio también para las mujeres. Al contrario, se señalarían las desigualdades que atraviesan las mujeres que se dedican al fútbol femenil profesional desde la brecha salarial, la desigual cobertura en medios de comunicación, hasta los casos de acoso y hostigamiento sexual.
Es importante recordar que a pesar de las desigualdades, las mujeres han demostrado habilidad, talento y determinación en la cancha y fuera de ella. En pocos años, el fútbol femenil a nivel mundial ha batido récords de asistencia en los estadios y audiencia televisiva, ha multiplicado sus estadísticas en redes sociales, y las futbolistas ya son referentes en el fútbol profesional.
Y no sólo eso, también han puesto sobre la mesa temas que permean más allá de la actividad deportiva como: la igualdad salarial, la maternidad, la orientación sexual, la salud mental, entre otros. Dejando una huella importante en la estructura social, lo que pone en evidencia una vez más, la necesidad de ambos comunicadores de ver más fútbol femenil.
