Por: Joce Benites.
Llega a su fin la navidad y para ello, el segundo día del mes de febrero celebramos el “día de la Candelaria”, una festividad en pleno invierno que cierra el ciclo navideño.
Pero ¿qué se celebra?, la Candelaria es una fiesta religiosa que se realiza cuarenta días después de Navidad y conmemora la presentación de Jesús en el templo de Jerusalén.
Es conocida esta fecha, por la “tamaliza” que se come, más que por otra cosa, la realidad es que la fecha se convierte en un puente que une el pasado indígena con la herencia colonial, que marca un vínculo entre las generaciones.
La historia nos cuenta que para celebrar el inicio de la temporada de siembra, se realizaban algunas ofrendas a Tláloc y Quetzalcóatl, en estas se acostumbraba servir alimentos elaborados a base de maíz, entre los que destacaban los tamales.
Dice además que fue el material que los dioses utilizaron para crear al hombre y el único que le dio vida.
Será por eso que sobrevivimos, pues si razonamos un poco, descubriremos que la mayoría de los alimentos y botanas están realizados a base de maíz.
Sin duda que este grano es muy noble y se presta para realizar antojos que muy bien se comparten en la mesa.
Ahora sabes por qué comemos tamales, que se acompañan con atole o chocolate, durante estas fiestas. Sin lugar a dudas es una ofrenda al Niño Dios o a los dioses prehispánicos.
Esta fecha además de ser meramente religiosa, une a las familias, quien seguro se reúne en un ambiente agradable para degustar los alimentos preparados con el grano de maíz.
Entelé a los tamales, apoyen a la economía del país y lo que es más importante, siga la tradición de La fecha y apoye a la agricultura y los artesanos que se lucen en la preparación de todo tipo de antojos a base de este delicioso grano.
