Por: Joce Benitez
Termina e inicia el año con las fiestas decembrinas, ahora es el turno de los Reyes Magos, fecha en que miles de niños reciben obsequios, pues aunque una gran mayoría recibió ya regalos en navidad, hay quienes por tradición esperan con ilusión la llegada de los del trío de Reyes.
Aunque en el mercado se ofrece la famosa rosca para celebrar este día, cabe resaltar que:
“La idea llegó después a España, donde se le dio al pan la forma de una corona por el gran tamaño de las roscas y la forma de los hornos".
Ahí fue que se le incorporaron las frutas cristalizadas, que representaban las joyas de la corona, y se pusieron figuras que representaban al niño Dios.
Los misioneros que llegaron a América incorporaron a sus enseñanzas de la religión la celebración del 6 de enero como Día de Reyes.
La figura del niño escondido se transformó entonces, y ahora representa el tiempo en que María y José escondieron al niño Jesús cuando el rey Herodes ordenó asesinar a todos los niños de la región buscando al Mesías.
La tradición mexicana afirma que quien encuentra al niño Dios, es una persona de gran corazón y generosidad, por lo tanto debe ofrecer la típica tamalada el Día de la Candelaria, o sea el dos de febrero (1).
Aun y según nos narra la tradición, claro está, que pretextos no faltan para continuar celebrando y aunque esto a nivel salud agrava los índices de la obesidad y todo lo que conlleva, por lo menos se llevan a cabo reuniones que sirven para reafirmar nuestras tradiciones y estrechar lazos de amistad y familiares, mismos que hoy en día hacen mucha falta en una sociedad tan llena de violencia y catástrofes de toda índole.
Ojalá que los reyes nagos también hagan magía en el mundo que pudieran revertir todos los males que afectan a los más débiles y en general a las personas de “a pie” como, usted y como yo.
Celebra tus tradiciones querido lector, hazlo a tu estilo y al de nuestro país pero no te hagas rosca con los tamales ni con todos tus compromisos ni mucho menos permitas que quien te la obsequia se haga también.
Si vas a formar parte del “pan y circo”, por lo menos sé inteligente utiliza y actúa con sentido común.
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