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  • Foto del escritorLa Rata

Covid-19 rompe 59 años de tradicional viacrusis en San Juan de Guadalupe.


Por: Alejandra Cruz Yépez.


La Pasión de Cristo en el barrio de San Juan de Guadalupe, en la capital potosina había sido una tradición ininterrumpida por 58 años consecutivos, sin embargo, la puesta en escena número 59 del viacrucis de Cristo hasta su muerte, se apagó por la pandemia derivada del virus SARS- CoV 2, Covid-19.

La tradición de representación, en San Juan de Guadalupe, para evocar el sacrificio de Cristo en la tradición cristiana, proviene del año 1961, después de que el padre Isabel Fraga, junto a Jan Sandoval y Baltazar Gallegos organizaran a los pobladores del barrio para realizar la primera representación de la pasión de Cristo, la cuál ha mejorado año con año, según lo dicho por los integrantes de la personificación. Durante el Viernes Santo, la puesta en escena se desarrollaría en el transcurso de la tarde, se llevaría acabo la sentencia de Pilatos, las tres caídas de Jesús, la crucifixión y posterior resurrección de Jesucristo. “Es mucho muy importante porque, aparte de que es una personificación, es una obra religiosa y a la vez una forma de catequizar a las personas para los que muchas veces no tenemos tiempo de ir o acceder a la misa, entonces es una forma también de llevar este mensaje de amor de Cristo hacia la comunidad”, comentó en entrevista Miguel Ángel Cruz, integrante de la procesión. Miguel Ángel, desde hace 25 años participa en la puesta en escena interpretando a diversos personajes como el de Caifás, a quién este año daría vida, al que define como el personaje como el sumo sacerdote que quería acabar con Cristo por sus ideas contra lo establecido, “era el más furioso por acabar con Cristo por las ideas que él tenía de llenar de amor este mundo”. La preparación para la representación de este año comenzó desde la segunda semana de enero con 2 horas diarias de inversión en ensayos que se estimaba concluyeran a principios de la semana santa. No obstante, se tuvieron que detener desde el pasado 19 de marzo, tras la confirmación de los primeros casos de COVID-19 en San Luis Potosí. Al igual que Miguel Ángel, para otros colaboradores de la obra y vecinos del barrio, la noticia de no realizar la escenificación este año representó resignación y tristeza, debido a la tradición cultural que se ha forjado en la colonia y el estado. A la puesta en escena suelen acudir más de mil personas, pero esta vez, tras una plática con diversas autoridades, acordaron no poner a la población asistente en riesgo de contagio masivo. “Como grupo entendemos que ante una contingencia de nivel de salud (…) el congregar a una multitud aquí en san Juan de Guadalupe, también la estamos exponiendo a un riesgo, entonces para nosotros es mejor ser accesibles y sumarnos de una forma solidaria tanto con la procesión del silencio, para que sea el menos riesgo posible hacia las personas”.

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