La desigualdad y el deporte en el marco del 8M
Por: Karina Méndez
Hablar de la desigualdad en el deporte en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer es importante para recordar todas las disparidades que han enfrentado y siguen enfrentando las mujeres en todos los ámbitos.
Así lo mencionó la periodista Wendy Jiménez durante su conferencia “Periodismo deportivo con perspectiva de género”, en la Jornada 8M Mujeres, cultura de paz y no violencia en las instituciones de educación superior.
La periodista explicó que el deporte no es una excepción en cuanto a la necesidad de cerrar las brechas de desigualdad entre hombres y mujeres, sin limitarse a hablar como atletas, sino en todas sus aristas, pues desde un inicio este ha sido hecho por hombres y para hombres.
“Desde que queremos ser atletas, desde que queremos ser entrenadoras deportivas, directoras técnicas, empresarias del deporte… pero no solo eso, también se nos limita como aficionadas y periodistas”.
Jiménez indicó que las mujeres enfrentan una gran desventaja que conlleva siglos de historia en el deporte a nivel profesional, pues la primera vez que se tuvo la participación de una mujer, de manera extraoficial en disciplinas consideras “de naturaleza femenina”, en los Juegos Olímpicos fue en París 1900. Fue hasta en la edición de Ámsterdam 1928 cuando se contó con la participación oficial de 40 mujeres.
Y aunque en Tokio 2020 se tuvo la mayor concurrencia de mujeres deportistas con un 48.8 por ciento, la cobertura deportiva para las competencias femeniles apenas alcanzó un 4 por ciento en medios de comunicación.
La periodista recalcó que este caso no solo ocurre a nivel internacional, sino que en los medios mexicanos se repite este patrón.
De acuerdo con el Primer observatorio de Medios Deportivos de México por la organización Somos Versus, en 2022 se analizaron 9 mil 964 notas, de las cuales el 7 por ciento fue de mujeres atletas.
Mientras que en el 9 por ciento de notas sobre el deporte femenil, los hombres se muestran como los protagonistas.
Además de que la participación de mujeres en el periodismo deportivo sigue en el mínimo, pues el 24 por ciento de las notas de deportes femeniles fueron firmadas por hombres, a comparación del 5 por ciento de mujeres que firmaron notas sobre sus contrapartes.
“A las mujeres se nos ha segregado de la cobertura de medios deportivo porque parece que no tenemos derecho, porque para empezar tenemos que cumplir con un estereotipo. Tenemos que ser altas, tenemos que ser blancas, tenemos que ser rubias; debemos siempre traer falda, ser exuberantes”, indicó Jiménez.
La periodista señaló que, desafortunadamente, los medios de comunicación no abren las puertas para que las mujeres ejerzan el periodismo deportivo, además de que deben demostrar “tres, cuatro, cinco veces más que tenemos las capacidades”.
Asimismo, comentó que aunque ya se empezó a hablar de las mujeres en el deporte, es importante analizar cómo se narra, pues el 25 por ciento de noticias y el 32 por ciento de portadas refuerzan algún estereotipo de género.
“Opinan de todo sobre ti, menos de tu actividad deportiva. ¿Qué tiene que ver que seas soltera o no? (…) El deporte también nos invisibiliza y pasa todo el tiempo; siempre son los hombres los que baten los récords, son los primeros en llegar y los primeros en hacer las cosas, pero la verdad es que como las mujeres hemos sido invisibilizadas a lo largo de la historia, pues no se conoce”.
La periodista puso como ejemplo a Laura Palomino, deportista potosina que participó en el Maratón de Tokio 2023 este pasado fin de semana, y quien se convirtió en la mexicana más rápida en la competencia e incluso venció su marca personal. Sin embargo, no se dio a conocer en los medios especializados.
Otro caso fue el de la gimnasta Alexa Moreno, quien a los 17 años participó en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, pero a pesar de su desempeño en el competencia internacional, se le criticó por su cuerpo.
Jiménez recalcó que es importante reflexionar sobre el contenido que se consume y la narrativa que se le da, pues aunque se puede identificar las problemáticas que tiene el deporte femenil hay que cuestionarse qué es lo que debe de hacer para cerrar la brecha de desigualdad.
Por lo que invitó a evitar preguntar sobe la vida personal de las deportistas si no aportan a su trayectoria o rendimiento; procurar la igualdad en la distribución de la información entre mujeres y hombres; al referirse sobre el desempeño de una deportista, interrogarse si se haría lo mismo en el caso de un hombre, pues no se les juzga de diferente manera; rehusarse a caer en los estereotipos que establecen lo “normal” en términos de género.
