Por: Ximena Jaqueline González Correa
La Semana Santa trae consigo diversas tradiciones centenarias, entre ellas se encuentra la creación de velas de cera escamada para rodear los Altares de Dolores, que ornamentan año con año a la Virgen.
El arte de la cera escamada se remonta a la época colonial, cuando los españoles introdujeron a la cultura mexicana el uso de velas y veladoras, lo cual se combinó con el uso de la cera de abeja que llevaba siendo trabajada durante décadas por las culturas prehispánicas. Fue así como se creó una manufactura tradicional que se desarrolló y adaptó ampliamente por todo el país.
San Luis Potosí es un estado particularmente reconocido por sus artesanías de cera escamada. Sin embargo, en cada municipio se trabaja de una forma diferente, en Santa María del Río por ejemplo, hay una preferencia por blanquear la cera,en donde pasan la cera por varios procesos de calor para lograr su distintivo color blanco similar a la parafina con la que se hacen las velas.
Otro ejemplo es la forma en la que se trabaja en Mexquitic de Carmona, pues la manera de trabajar la cera es tiñéndola con pigmentos de color, buscando resaltar las velas como elementos distintivos del Altar de Dolores.
Uno de los pocos artesanos en San Luis Potosí que se dedican a conservar esta tradición y trabajar la cera escamada es el maestro Luis Manuel Sujo, quien con 14 años de experiencia y diversos premios “20 de Noviembre” por sus obras de arte popular, ha conseguido preservación y reconocimiento de las artesanías mexicanas tradicionales, para mantener viva nuestra cultura.
En entrevista para La Alcantarilla, Luis Manuel explicó que su interés por las artesanías y el arte comenzó desde su infancia, sin embargo se dedicó a esto hasta el año 2010 cuando tuvo la oportunidad de convivir con más artesanos que le transmitieron sus conocimientos. De la misma forma, él sigue compartiendo sus saberes a la comunidad a través de talleres donde explica paso a paso el trabajo artesanal.
¿Cómo se trabaja la Cera Escamada?
La forma en la que se trabaja la cera escamada en San Luis Potosí, inicia con la elaboración de láminas que decoran las velas, mismas que se obtienen mediante unos moldes hechos de barro o madera, materiales que permiten moldear fácilmente la cera sin verse afectados por las altas temperaturas a las que se exponen.
Estos moldes son difíciles de conseguir, pues no existe un establecimiento como tal que los venda, sino que se deben pedir directamente con artesanos que trabajan estos materiales.
Para obtener la consistencia necesaria, se debe derretir cera natural de abeja con un vaso de jugo de limón por cada kilogramo de cera y mezclar constantemente hasta que la cera esté completamente líquida.
Una vez hecho esto se deben sumergir los distintos moldes con los que se planea trabajar de manera cuidadosa y superficial en la cera, posteriormente se sumerge este mismo molde bañado en cera en agua fría para crear un choque de calor que permite el endurecimiento y fácil desprendimiento del material. Finalmente se adhieren todas las piezas creadas a una vela o veladora utilizando cera de Campeche como pegamento.
Los estilos y acomodos varían dependiendo del estilo y habilidades de cada artesano, que convierte a cada pieza en una creación única de distinta complejidad y tamaño.
Esta práctica ancestral, junto con otras tantas artesanías mexicanas son una forma de honrar y conservar nuestras raíces y tradiciones, a través del arte representativo de las festividades distintivas de nuestro país.
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