Por: Redacción
Tras haber sido golpeada por su exesposo Oscar Enrique, Silvia de 21 años, en vez de recibir apoyo legal y atención médica, fue revictimizada y sufrió detención ilegal, mientras que él ya se encuentra libre.
Cuando la madre de Silvia llegó al lugar de los hechos, su hija yacía en el piso con su bebé de un año, debido a los golpes y violencia ejercidos por su exesposo. Su madre, Xóchitl, se llevó a Silvia y a su nieto.
No obstante, la Policía Vial interceptó el vehículo donde se trasladaban las víctimas y detuvieron a Silvia de manera ilegal, bajo el argumento de que esta golpeó a otra mujer.
A pesar de estar golpeada, en vez de trasladarla a un centro de salud, la llevaron a la Comandancia Central de Abastos.
Ya el día 8 de marzo, alrededor de las 5 de la mañana, la trasladaron a la Fiscalía General del Estado (FGE), de donde la remitieron al Hospital Central por estar muy dañada físicamente.
Sin embargo, fue internada en la Clínica 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), pues en el Hospital Central no había lugares disponibles para su valoración.
En la clínica, los médicos fueron informados por los agentes policiales que las heridas de Silvia fueron provocadas por un accidente automovilístico.
Silvia fue finalmente liberada el martes 8 de marzo a las 3:00 de la tarde, pues se reconoció que había sido detenida ilegalmente.
No obstante, persisten dos problemáticas: la impunidad contra los policías por la realización de una detención arbitraria, al mismo tiempo que ignoraban el estado de salud de la víctima, y la liberación de su exesposo a pesar de la violencia ejercida.
Las víctimas se presentaron a la Comisión Estatal Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEEAV) el 9 de marzo, donde los policías implicados interpusieron un amparo para deslindarse de lo sucedido.
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