Por: Karina Méndez
La sobreexplotación de los acuíferos es una de las principales problemáticas que enfrenta el estado, así como la contaminación de cauces y cuerpos de agua, y la falta de cobertura de agua potable, alcantarillado y saneamiento, sobre todo en las zonas rurales de San Luis Potosí.
Tania Castillo Aguilar, subdirectora de Evaluación de la Comisión Estatal del Agua (CEA), indicó que el 65% del agua en San Luis Potosí proviene de fuentes superficiales, es decir, ríos, arroyos y lagos, mientras que el 35% restante se extrae de acuíferos.
Lo anterior durante el foro De la cultura del agua, realizado por el Congreso del Estado para conmemorar el Día Mundial del Agua.
Castillo Aguilar indicó que de los 19 acuíferos ubicados en San Luis Potosí, siete ya se encuentra sobreexplotados y dos contienen sal, los cuales están localizados en las zonas Altiplano y Centro del estado. Estos son: Vanegas-Catorce, Villa de Arista, San Luis Potosí, Jaral de Berrios-Villa de Reyes, Matehuala-Huizache; El Barril y Salinas de Hidalgo, además de estar sobreexplotados, ya presentan salinización.
La subdirectora explicó que en el caso del acuífero de San Luis Potosí, su extracción es de 120.6 hectómetros cúbicos, casi el doble de su capacidad de recarga anual, que se encuentra en 78.1 hectómetros cúbicos, lo que representará un gran problema si se hacen más pozos.
Respecto a las aguas superficiales, indicó que estas están distribuidas en tres regiones hidrológicas en el estado: Pánuco, Lerma-Santiago y El Salado; que aunque comparados a nivel nacional su escurrimiento es bajo, es suficiente para la región siempre que se cuide.
La funcionaria señaló que el estado enfrentará una temporada de sequía muy grande, en la que municipios de las zonas Altiplano y Centro ya registran una sequía severa de acuerdo con la última actualización realizada el 15 de marzo. Se trata de Ahualulco, Catorce, Charcas, Mexquitic de Carmona, Moctezuma, Salinas, San Luis Potosí, Santo Domingo, Soledad de Graciano Sánchez, Vanegas, Venado, Villa de Arraiga, Villa de Ramos y Villa de Reyes.
A estos se pueden agregar otros municipios que ya cuentan con una sequía moderada, principalmente ubicados en las zonas Altiplano y Media.
En el estado, el 67.3% del agua es utilizado para el sector agrícola, seguido por el 29.2% para el abastecimiento público, el 2.0% para la industria autoabastecida sin termoeléctricas, y el 1.4% para las termoeléctricas. Sin embargo, cerca de la mitad del agua extraída se pierde debido a las fugas por una mala infraestructura.
Castillo Aguilera recordó las acciones que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) recomienda para evitar que la crisis del agua se agrave: ahorrar agua; equilibrar la balanza, repartir las tareas e involucrar a todos; consumir productos locales y de temporada, pues se consume menos agua; ser curioso; proteger la naturaleza; eliminar los residuos de forma segura; y romper los tabúes en cuanto el agua y la menstruación, pues el desecho de productos afecta el tratamiento de las aguas residuales.
Asimismo, señaló que la CEA se comprometió a aumentar la infraestructura hidráulica, sobre todo en la zona Huasteca; incrementar el saneamiento y el tratamiento de aguas residuales; y otorgar servicios para el uso eficiente de agua en los sectores agrícola, industrial y doméstico, para mejorar el aprovechamiento de los recursos hídricos con el objetivo de evitar inundaciones y desastres naturales.
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