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  • Foto del escritorLa Rata

Mi mamá estuvo en coma y volvió a nacer.



Por: Xochiquetzal Rangel.


La vida de mi mamá no ha sido del todo fácil, le ha tocado trabajar desde los 9 años para ayudar a su mamá a sacar adelante a sus hermanos cuando su papá los abandonó, los multiples cambios de ciudades por casarse con un médico militar, los cambios de humor de sus hijos rebeldes; pero la mayor batalla que ha pasado es resultado del asma crónica que padece. Por eso contar la historia del coma en el que estuvo, es una forma de agradecerle tantas cosas.


Mí mamá siempre ha sido una mujer fuerte tanto de carácter como físicamente, ser del norte le ayudaba mucho a mantenerse siempre de pie a pesar de la enfermedad que la acompaña. Su enfermedad siempre estuvo muy presente cuando vivíamos en Mérida Yucatán, las visitas al doctor eran recurrentes, mamá se la vivía en el hospital porque a parte de ser asmática es alérgica a varios medicamentos que la podrían controlar, sobre todo estando en un lugar tan húmedo como Mérida.


Recuerdo que una tarde las cosas en la familia cambiaron, pues mientras ella soñaba con un puente blanco parecido al que hay en el malecón de Puerto Progreso en Mérida Yucatán, en mi casa el ambiente se torno negro, fue la primera y única vez que vi a mi papá llorar, mientras rezábamos mi hermano, él y yo tomados de las manos para que ella no terminará como el elefante debajo del puente… muerta.


La historia del coma:


Debido a su dificultad por respirar de forma natural comenzaron a formarse en su nariz unos tumores inflamatorios benignos llenos de liquido, parecidos a unas pequeñas ramificaciones de uvas, llamados pólipos, las ramificaciones ya estaban muy avanzadas y lo mejor era operarla; pese a que mi papá es otorrinolaringólogo (por fortuna) el equipo medico solo se encontraba en el Hospital Central Militar de la Ciudad de México.


El 14 de Junio del 2004 era un día muy soleado y caluroso, uno normal en Mérida. Aquel día mi mamá se fue junto con mi hermana de 3 años al entonces DF; papá, mi hermano y yo nos quedamos por la escuela y el trabajo.


Recuerdo que antes de que mi hermana y mi mamá subieran al avión y como una posible advertencia del destino, la regresaron por traer una tijera de manicura en una de sus bolsas, ella muy sonriente regreso a despedirse de nosotros, tiró las tijeras y se fue.


El 15 de Junio ella llegó junto con mi hermana al hospital donde ya la habían programado y todo marchaba a la perfección, era una cirugía de entrada por salida, pero ella no salió. Cuando terminaron de operarla le inyectaron un medicamento al que era alérgica, tuvo un choque anafiláctico, tuvo un paro cardiorrespiratorio y la indujeron a un coma.


Un coma inducido quiere decir: que con medicamentos se mantiene sedada y relajada, para que la maquina que es la maquina “respirador” hace su función insuflarle aire y hacer el intercambio. Pero para sacarla de esos medicamentos se siguen ciertas reglas y parametros como:


-La oximetria, la capacidad pulmonar respiratoria, que ella ya tenga aurtomatismo, que ella sola pueda mover el ventilador (parametros técnicos) que se requieren para que el medico que esta induciendo el coma diga ah bueno ya puedo quitarle el respirador. Si no responde ahí se mantiene y si no vuelve a responder en esos parámetros hay también criterios para decidir, parámetros para saber cuando desconectar a un paciente, por ejemplo cuando tienes muerte cerebral y alguien que ya no va a reaccionar.


Ahí comenzó la pesadilla…


Ese día a mi papá le marcaron a su trabajo para avisarle que su fuerte esposa del norte había entrado en coma, y que las posibilidades de salvación eran pocas debido a varios paros cardíacos simultáneos.


No sé qué habrá pasado por la cabeza de mi papá ese día, pero la noche que llegó a la casa nos llamo al comedor, que sin ellas se sentía muy vació, nos agarro de las manos y dijo: mamá esta mal y tengo que ir al DF; comenzó llorar y mi hermano después de él.


Esto fue diferente a la vez en la que me despertaron abruptamente porque estaba inconsciente y debía de cuidar a mi hermana, porque al parecer, mamá se moría y tenían que llevarla al hospital. Aquella vez mi papá no lloro, mamá regreso 2 días después y seguimos la vida normal.


Yo nunca había visto llorar a mi papá y fue un impresión muy fuerte. Con solo recordarlo se me hace nudo la garganta. Esa noche mi papá, que es ateo, rezó para que nada malo le pasará, yo le prendí una vela junto a una de sus fotos - una donde sale más bella- y no dormí hasta que la vela se consumió. Su vela se mecía como un columpio a pesar de que la corriente de aire no era fuerte.


Luego de la escena en el comedor de la casa mi papá le marcó a mi nana Romelia (mi abuelita, en realidad), a todos sus hermanos y a los conocidos más cercanos a mi mamá, para reunirlos y avisar de lo que podía pasar. Estuvieron todos, hasta el abuelo ausente por 28 años que decidió ir a ver a su niña, que por cierto yo no conocía. Todos menos mi hermano y yo que estuvimos en Mérida mientras ella evolucionaba.


“Uno no recuerda muy bien lo que pasó, las cosas que duelen siempre se intentan olvidar”.


Lo que ella vivía mientras estaba en coma.




Durante los 15 días que permaneció en terapia intensiva bajo el titulo de coma, ella internamente sentía, escuchaba y soñaba cosas…


"Anduve por muchos lugares, en avión, en metro, fui a muchos lugares como parís, estuve en el “más allá”, me subí a un puente, no me lo cruce porque llegando al puente estaba un señor que me decía: regrésate porque si tu te cruzas ya no vas a poder regresar… era cuando yo me iba a morir, porque en esos días fueron cuando le hablaron a tu papá y a tu nana que se vinieran porque estaba muy grave".


Y prosigue con sus percepciones:


"Era un puente como en un mar, un mar abajo de él, grandísimo, de bajo del puente había un cadáver, por eso me baje porque había un esqueleto de elefante (a mí me gustan mucho los elefantes) un esqueleto grandote de elefante, me llamó la atención y me baje del puente.


También vi, yo digo que era el diablo, un payaso muy feo que tenía una boca grande con muchos dientes pequeños, se escondía en una esquina y cuando me veía se burlaba de mí, siempre me decía: vámonos, déjalos, vente conmigo, y yo le contestaba vete a chingar a tu madre. Cuando el payaso estaba en su esquina a mi me protegían unas hadas, en el cuarto había princesas y ángeles.


Por ejemplo no veía a nadie. A veces iba a jardines muy bonitos y aveces a donde había gente muy pobre, pero la gente era miniatura, como si volara.


Una vez me subí en un avión que se estrelló y recuerdo que yo quiería salirme porque todos se murieron menos yo, rasguñaba el avión para salirme y cuando me salí, me subí a un metro. Del metro a un elevador que subía y bajaba muy rápido, luego me fui a la playa y en esa playa el mar era hermoso, había muchas parejas".


-¿Alguna vez viste a mis hermanos?


-"Sólo a ti y a Aurora, a ti te veía en un columpio, te mecías en un columpio, yo te paseaba y debajo del columpió estaba tu hermanita.


Pero sí me veía a mí, me veía en la cama llena de aparatos desde arriba, veía monstruos a mí alrededor, pero los monstruos eran los tubos.


Cuando me bajaron del piso tu papá me estaba poniendo un pants azul y ya cuando me sentaron vi hacia la ventana y vi el rostro de Jesúss en el cielo. Bueno yo solo le vi unos ojos azules -un azul hermoso- el pelo largo, un resplandor y los labios rosas, como los ángeles que veía y jugaban conmigo, no tenían rostro, solo se les veía los ojos azules y la boca y el pelo pero eran muy hermosos, su ropa era muy linda".


-¿Escuchabas todo?


-"Sí, no podía ver, ni moverme pero sí escuchaba a la gente que me iba a ver, eran muchos, pero de lo que más recuerdo es que tu papá me dijo que sí yo salía del coma bien nos íbamos a casar por la iglesia. O a tu tía Rosa que me cantaba mucho la canción del columpio, me contaba chistes y me daba ánimos para salir del coma".


Las esperanzas de que quedará bien eran nulas, los médicos que conocían a mi papá le decían que si ella despertaba quedaría en estado vegetal, que lo mejor era desconectarla, y ella escuchaba.


La evolución de mi mamá:


Mi mamá tiene una cicatriz característica en su cuello que porta con mucho orgullo y cuando le preguntan que es presume que renació, al cuarto o quinto día la entubaron por la traquea “entubación prolongada”por que puede que se cierre la vía respiratoria ( La denominada estenosis traqueal).


Luego de unos días sus pulmones se llenaron de flemas y ella asegura le dijeron que parecía un sapo inflado, luego la pusieron boca abajo para que sacara las flemas y comenzó a recuperarse. Cuando reacciono la sacaron de terapia intensiva y la pasaron a piso, ahí estuvo 2 meses más para rehabilitación.


Le dieron rehabilitación porque tuvo una complicación que se llama miopatia del paciente en el estado critico por el uso de esteroides: La conexión neuro muscular que controla los movimientos, necesita cierta fuerza y eso viene de una señal del cerebro que controla los músculos, esa placa se bloquea y no pasa la transmisión, entonces los músculos como no tienen control están aguados, y entonces con rehabilitación eso regresa, con el tiempo se revierte.


"A mí me daba risa cuando me decían uno, y como no podía decirlo me reía. Me llevaban todos los días a darme masajes y terapia de habla, motriz y tampoco veía bien".


Cuando mi mamá comenzó la rehabilitación, Tona y yo que permanecimos todo un mes en Mérida a cargo de sus compadres, llegamos a México para ver a una mujer frágil que ya no peleaba conmigo por ser desentendida, ahí me di cuenta que mi mamá casi muere.


La cosas cambiaron:


Nos mudamos a vivir a otro estado con un clima seco, que hizo que su vida fuera más normal, al menos ya no la nebulizaban seguido y tenía que usar oxigeno cuando su pecho comenzaba a “chillar”.


Mi mima se volvió fría, cosa que cambio años más tarde, aunque dejó su obsesión por la limpieza; mi papá por su parte se volvió más amoroso e intentaba estar más en casa con las posibilidades que un medico militar dentro del medio puede. Mis hermanos y yo nos volvimos más unidos, en la casa seguido se repetía que la familia es lo primero y que esos lazos nunca se rompían, gracias a eso y después de ver la película Nunca te vayas sin decir te quiero el vínculo familiar creció.


No me imagino la vida sin mi mamá y a los 10 años menos.


A todos nos pego mucho el asunto del coma. Mi abuelita, por ejemplo, ya no me abrazaba como antes. Supongo que en su caso el recuerdo de loq ue pasó quedó para siempre. Era su segunda hija y lo mejor para evitar todo el dolor debió ser alejarse. Aunque nosotros comenzamos a visitar y convivir más con los tíos y primos.


Yo le tuve miedo a la muerte y extrañaba mucho a mi mamá y sus regaños.


“Si yo me hubiera muerto, me hubiera muerto tranquila y en paz”.


Afortunadamente ese carácter de superación que siempre la ha caracterizado la ayudo bastante y su fortaleza la hicieron volver a caminar, aprender a hablar y vivir. Muchos la ven y le dicen que es un milagro aunque ella prefiere decir que volvió a nacer. Yo solo sé que a casi 15 años de su coma está viva.


 

*Este texto fue originalmente escrito y publicado en el Ebook "#ATodaMadre: periodistas y progenitoras" en el Mexiqueño.



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