Claudia Berenice y su hijo de apenas un mes de nacido, dejaron la prisión de Xolol para continuar con su proceso penitenciario en libertad y ejercer una maternidad libre
Por: Ximena Jaqueline González Correa
Tras enfrentar problemas legales que la ingresaron al penal penitenciario femenil de Xolol, un embarazo impulsó a Claudia Berenice a buscar una solución para permitirle a su bebé cuidados y una vida en libertad.
Todo comenzó cuando Perteneces, una organización no gubernamental y sin fines de lucro enfocada en la defensa de los derechos humanos de personas con un proceso penal injusto, asistió al penal de Xolol en el municipio de Tancahuitz con el objetivo de entregar artículos de higiene personal; fue ahí cuando conocieron a Claudia Berenice, una mujer embarazada y determinada a cambiar su vida para ofrecerle un futuro digno a su hijo.
Al escuchar la historia de Claudia, Perteneces movilizó y facilitó el acceso de visita de los familiares de Claudia, para que le brindaran el apoyo emocional necesario durante su embarazo, asimismo solicitaron una revisión de medidas cautelares que argumentaban que la dedicación y el compromiso de Claudia, motivados por su deseo de ser una madre presente, merecían ser escuchados, lo cual afortunadamente, sucedió.
“La dignidad no termina tras las rejas. En perteneces, seguiremos trabajando para asegurar que estos derechos sean respetados y promovidos”, se pronunció al respecto la organización a través de sus redes sociales.
El Centro Penitenciario Femenil de Xolol es el único penal de San Luis Potosí que no sufre de sobrepoblación, pues únicamente alberga a 68 mujeres aún teniendo una capacidad para 162 personas privadas de su libertad, cuenta con talleres al interior del penal que permiten sostener a las familias con la elaboración de productos de ornato, que son posteriormente distribuidos y vendidos en las calles de la ciudad.
A pesar de tener poco menos de un año de su inauguración, la prisión cuenta con espacios y tratos dignos que permiten a las mujeres reinsertarse de una forma sana en una sociedad mediante la aplicación de justicia y dignidad, condiciones indispensables para el desarrollo personal y humano que merecen tanto las personas en libertad como las mujeres privadas de su libertad, bajo el acompañamiento de Perteneces.
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