Por: Karina Méndez
Galardona con el Reconocimiento “Matilde Cabrera Ipiña de Corsi” Mariana Cabrero Ortiz, supo desde niña que su futuro implicaría complicaciones, discriminación, barreras e ignorancia debido a su condición, una mujer sorda. Sin embargo, señaló que sus padres fueron su soporte mientras crecía.
Cabrero Ortiz indicó que en ese entonces la lengua de señas mexicana no estaba tan difundida en San Luis Potosí, faltaba información, por lo que su forma de comunicarse era con mímica o por medio de gestos, además de la falta de interpretes en la escuela de educación especial a la que asistía.
“[Mis compañeros] me iban ayudando para mejorar mi español escrito y a comunicarme mejor. Tenía que buscar en un diccionario qué significaban las palabras. La verdad no fue fácil porque en ese tiempo no había interpretes en la escuela; con el paso del tiempo hubo un cambio donde absorbí el español como mi idioma”.
Por lo que con el paso del tiempo la arquitecta quiso ayudar a otras personas como ella, “pero parecía que habían desaparecido”, además de que no existían las redes sociales, el internet, ni la mensajería.
Una vez graduada de la preparatoria con mención honorifica, e impulsada por su maestra, decidió estudiar la universidad. Durante este tiempo encontró una interprete, Gaby, quien estaba dispuesta ayudarle con sus clases.
Sin embargo, la universidad no tenía dinero para pagar a la interprete, aunque lo dejó a voluntad de ambas, por lo que Gaby ayudó a Mariana durante seis meses.
“Poco a poquito tenemos que irnos acercando, tenemos que ir perdiendo el miedo a comunicarnos entre nosotros. Soy una persona como todos, lo único que pasa es que no escucho”.
Sin embargo, recalcó que el ambiente para la comunidad sorda es difícil, pues no existe una ley para protegerlos, y no existen interpretes para que tengan accesibilidad a un trabajo bien remunerado.
Por lo que se ha dedicado a la enseñanza y el impulso de promover la inclusión de las personas con discapacidad, así como los derechos humanos de las mujeres, especialmente quienes son sordas, pues tienen que continuar en la lucha por sus derechos, sobre todo lingüísticos.
“Sé que en San Luis Potosí las personas sordas tienen muy poca voz. Ojalá crezcamos y estemos juntos para nuestra voz se una; tenemos que seguir luchando por la educación bilingüe, que se construya y se apruebe”, recalcó.
La arquitecta recibió el Reconocimiento “Matilde Cabrera Ipiña de Corsi” este jueves 30 de marzo en el Congreso del Estado, por su labor en asociaciones para atender a la comunidad de las personas sordas y a favor de las inclusión de personas con discapacidad, así como la defensa y promoción de sus derechos.
Durante el recibimiento del reconocimiento, Cabrero Ortiz señaló que el Congreso del Estado está obligado a realizar consultas entre las personas con discapacidad, que sean transparentes, incluyentes, profesionalmente planeadas y realizadas, por lo que no es posible que en la actualidad se promulguen leyes que involucren a las personas con discapacidad y no se les tomen en cuenta.
Recalcó que este problema debe solucionarse de raíz para evitar que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) eche para abajo las iniciativas omisas de participación.
Indicó que el respeto a los derechos de las personas sordas, así como su inclusión, debe verse reflejado al tener una mayor participación política, formar parte de las esferas de decisión y tener puestos en cargos de elección popular.
También se exige el respeto a los derechos lingüísticos de las personas sordas, que se sepa que es una lengua materna y un patrimonio lingüístico de la nación.
Expuso que es necesario una agencia de servicios de interpretación; la certificación de interpretación de lengua de señas al español y viceversa; contar con evaluadores sordos con más atribuciones; además de fortalecer los derechos de niñas y niños CODA (Hijos Oyentes de Padres Sordos por sus siglas en inglés) para que sean interpretes por su propia voluntad.
Asimismo, señaló que en la inclusión laboral tienen el derecho de igualdad de oportunidades sin importar la condición, por lo que es necesaria la participación del Estado, pues no se puede hacer un negocio de su situación, en la que manipule a las personas sordas o les consigan empleos de baja remuneración y sin posibilidades de crecimiento.
Por último, insistió que es urgente contar con una escuela bilingüe en el estado, modificar la legislación universitaria para contar con estrategias de inclusión, erradir la violencia contra las mujeres sordas en todos los ambitos, y la no tolerancia al acoso a las y los jóvenes.
“Señores diputados, por favor ponganse a trabajar con el enfoque incluyente desde el inicio del proceso de formación de leyes, para qué esperar impugnaciones y declaratorias de inconstitucionalidad”.
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