Por: Joce Benites
Ser niño es lo más divertido y emocionante, más de un lector podría asegurarlo, además, ¿cuántos de nosotros los adultos añoramos esa etapa?, pero es fácil revivirla y disfrutarla con tan sólo un poco de imaginación.
Si hablamos desde el plano psicológico y bajo la óptica de Sigmund Freud, lo que sucede durante los primeros seis años de vida, marcan el destino de una persona; en su teoría del psicoanálisis se desglosan las etapas de la infancia, de las cuales hay críticas y observaciones muy marcadas respecto a ello que argumentan la invalidez de las mismas, sobre todo porque están íntimamente relacionadas al sexo.
Lo cierto es, que, es trabajo de los adultos hacer de la infancia una etapa feliz, hoy día hay leyes e instancias que protegen a las infancias, por desgracia seguimos viendo y leyendo en los diferentes medios de comunicación de casos que degradan a los infantes.
Es por causa de los adultos que se registran estos casos, pero cabe resaltar que es de nuestros actos de los que depende el futuro de nuestros niños, está de más mencionarlo y hasta se ha vuelto trillada la frase, no así los cambios porque siguen registrándose casos tan degradantes y desagradables a la vista de cualquiera.
Hay demasiados cambios a través de la historia que influyen en el estado en que esta sociedad se encuentra, pero a la vez frases, acciones y comentarios de los niños de los cuales se puede rescatar mucho. Ellos nos demuestran inteligencia, rapidez, capacidad de asombro y los adultos solo nos limitamos a imponer reglas y normas. Observemos cómo solucionan lo que a nosotros nos resulta difícil.
Sin más, olvidémonos de nuestro autoritarismo y hasta arrogancia y aprendamos de los pequeños aquellos que tienen el privilegio de ser padres de familia y cuentan con niños pequeños, debieran, y a la vez toda la población, aprender de la sencillez e ingenuidad de los pequeños y hasta de tratar de imitarlos, tal vez así viviríamos en una sociedad diferente y no viéramos hechos tan lamentables como los que nos muestran los diferentes medios de comunicación.
Según psicólogos es indispensable que la infancia se viva en plenitud, pues no es sano alterar las etapas de los mismos y hacerlos crecer prematuramente con ideas, comentarios y acciones ajenos a su etapa.
Me salta a la mente y creo deberíamos cuestionarnos ¿en qué momento y por qué motivo perdemos o dejamos de lado la inocencia? Sí bien, se nace con ella y se puede y hasta es válido conservarla.
