Desde su arte, Janín comparte un mensaje de apoyo, de sororidad, y de representación hacia las mujeres fuera de las hegemonías establecidas por la sociedad.
Por: Ximena Jaqueline González Correa.
Ivette Janín Garcín, de 32 años, se ha convertido en un referente nacional para muchas niñas, adolescentes y mujeres, que admiran sus murales y trazos con aerosol, en el que plasma su artivismo como forma de lucha y creación de conciencia en el paisajismo urbano de San Luis Potosí y otros estados.
Dedicarse al graffiti como modo de expresión ha sido para Janín toda una odisea, desde la escuela se vio limitada por sus maestros al momento de explorar las vertientes artísticas del diseño, ya que le decían que se enfocara únicamente en lo que le fuera a redituar económicamente.
Más adelante, con su propia experiencia viviendo en las periferias de la ciudad, descubrió el graffiti como medio artístico y de comunicación. Se dio cuenta del alcance que tiene el muralismo como medio social para representar las problemáticas que existen en las mismas calles que rodean la pintura.
Una vez que encontró el sentido de su arte tuvo que enfrentar todos los estigmas y prejuicios provenientes de una ciudad conservadora como lo es San Luis Potosí. Desde cuestionamientos sobre el hecho de que una mujer fuera una artista urbana, juicios sobre las implicaciones morales que tenía pintar en las paredes e impedimentos de las autoridades para desarrollar su arte muralista a través del graffiti.
Todo esto la orilló a salir a otros estados y países a buscar oportunidades para aprender y crecer como artista urbana, decisión que la haría internacionalmente reconocida y sumamente preparada.
Tras haber vivido todas estas experiencias decidió volver a San Luis Potosí a compartir con su ciudad natal todo el talento que había desarrollado y los aprendizajes que había descubierto.
“Siempre he pensado que hay muchas personas que se van de San Luis porque no hay nada, yo siempre digo que también hacen falta personas que se queden a proponer”, comentó.
El feminismo como estandarte de sus creaciones artísticas
Aproximadamente seis años atrás, Janín encontró un movimiento hacia el cual dirigir su arte, el feminismo. Esto lo logró gracias a una red de mujeres que la apoyaron y acuerparon tras haber vivido una situación de violencia extrema en una relación que casi la lleva a perder la vida.
“Quiero mostrarle a otras mujeres que alguien me quiso apagar, y que mis muros son el reflejo de mí, de que estoy viva. Cada muro que he pintado es un recordatorio de que sigo viva”
Desde su arte, Janín comparte un mensaje de apoyo, de sororidad, y de representación hacia las mujeres fuera de las hegemonías establecidas por la sociedad.
Después de haber viajado por México y por el mundo, haber conocido a cientos de personas y lugares, Janín aspira a que su trabajo sea reconocido a través de una remuneración justa correspondiente a su esfuerzo, que le permita tener una vida digna para ella, la gente que quiere y sus perritas.
Uno de sus más recientes trabajos es un mural llamado “Juntas en resistencia”, una obra donde expone la relación de su amiga Jessie con su hija a través de una mirada de complicidad y confianza. En dicha obra participó la misma Jessie en colaboración con Janín para crear una imagen de fuerza y resistencia en conjunto.
