Por: Ximena Jaqueline González Correa
Como parte de las actividades previas a la Semana Santa, el Gobierno del Estado en San Luis Potosí en colaboración con la Secretaría de Cultura, el pasado miércoles 20 de marzo, colocaron el tradicional Altar de Dolores en el Palacio de Gobierno, con acceso gratuito para todo el público.
Con la intención de honrar y preservar las tradiciones católicas de nuestro país, así como promover el turismo en la capital potosina se realizó un altar de grandes dimensiones elaborado por artistas y artesanos potosinos para conmemorar a la Virgen de los Dolores.
En este altar destacan las velas artesanales de sebo con aplique de cera escamada, representativa del arte popular potosino, de gran detalle en su filigrana que denota la devoción en este caso de los artesanos de Santa María del Río, San Luis Potosí.
La entidad potosina es reconocida internacionalmente por su “Procesión del silencio”, evento en el cual anualmente se conmemora, a través de una representación actuada, la pasión y muerte de Cristo en un recorrido por las calles del centro histórico de la ciudad el Viernes Santo.
Adicional a esto se realizan altares en diversos puntos de la ciudad como una forma de mostrar apoyo y misericordia al duelo que sufre la Virgen por la muerte y crucifixión de su hijo. La tradición indica que las personas deben abrir las puertas de sus casas para recibir con hospitalidad a los miembros que quieran honrar a la virgen a través de su altar.
¿Qué representan los elementos de un Altar de Dolores?
El Altar de Dolores se forma a partir de elementos característicos, para honrar el sufrimiento de María por la muerte de su hijo, además de los colores negro, morado y blanco que se utilizan como luto, los altares se componen de:
Papel picado en color morado: Representa la pena y dolor que embarga al corazón de la virgen.
Lágrimas de cristal: Reflejan el llanto de la virgen como un signo de amor y una invitación a tener compasión y misericordia ante el sufrimiento de nuestros hermanos.
Esferas de cristal: Son utilizadas para reflejar la luz de las velas y como espejo, en representación de que estamos hechos a la imagen y semejanza de Dios.
Naranjas con banderas: Simbolizan el amargor de la pena de la virgen, del cual emergen el dolor y la esperanza de la resurrección.
Velas y veladoras: Son la luz de la esperanza y la resurrección.
Jarrones de cristal con aguas de sabores: Representan la castidad (limón con chía), la pureza (horchata), la sangre de la pasión de cristo (jamaica), y que son compartidas a los visitantes en símbolo de beber junto a la virgen el trago amargo de la pérdida de su hijo.
El altar en conjunto es una personificación de la pureza de la Virgen y la esperanza de María en la resurrección de su hijo al atardecer del calvario durante la crucifixión y la sangre de cristo derramada para la rendición de los hombres.
コメント