Por: Sofía Mayela.
Diana Laura López Morquecho es la menor de 4 hermanos. Debido a diversas situaciones familiares, encontró su vocación de enfermera desde pequeña.
En entrevista para La Alcantarilla, comentó que sus primeros acercamientos a la enfermería surgieron cuando ella era niña, pues a su corta edad su mamá sufrió una abertura de cesárea, luego de haber tenido cuatro embarazos. A través de su inocencia y motivada por querer ayudar a su madre, recreaba las curaciones de los médicos para evitar infecciones en la zona.
Diana comentó que frecuentemente la escuchaba quejarse y decir: “¡ay, es que me molesta mi cesárea!, me sale líquido. Llévame pues a ver que me dan”.
Otra situación que la acercó a la enfermería fue el diagnóstico de epilepsia que recibió su hermana mayor, justamente cuando ella nació, puesto que conforme crecía observaba las condiciones que desencadenan las crisis epilépticas y cómo podía ayudarla. Ambos hechos la dirigieron a ayudar a su familia.
“De primera instancia fue cubrir esa necesidad de decir: okey si las podemos llevar a consulta, pero pues yo, ¿qué más podría hacer por ellas? Cuando están en casa”, contó.
Sin embargo, el conocer a las personas, el indagar en su contexto, y no sólo tratarlos como una enfermedad, la fue ayudando a desarrollar su vocación. Puesto que presenciaba cómo humanizar a los pacientes, hacía que estos cambiaran su trato con ella.
Tras haber estudiado 10 semestres en la Facultad de Enfermería de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, Diana, realiza su servicio social en la unidad de medicina familiar 49, en donde desempeña tareas de salud preventiva, es decir, campañas de vacunación y también presta servicio en el área administrativa de la jefatura de enfermería de dicha unidad.
Los retos de ser enfermera en México
Diana, que fue estudiante durante la pandemia, expresó que los rezagos más notorios que encuentra en su profesión, son a nivel intelectual y con el trato a la gente, “hubo un rezago social y lingüístico al momento de dirigirse a los pacientes, mientras que en la teoría surgen actualizaciones de manuales o de las mismas instituciones, por eso es importante la práctica”.
Destacó que el estrés puede sobrepasar sus límites personales, ya que por norma tienen que atender a 6 pacientes por enfermero, no obstante, a consecuencia de la saturación del sistema de salud, terminan atendiendo a 10 pacientes o más por turno.
Aunado a los cuidados que cada paciente conlleva y a los problemas personales de cada enfermero, que algunas veces no cuentan con el material necesario para realizar su trabajo, termina en desencadenar en burnout.
Pese a los retos cotidianos a los que se enfrenta Diana en su trabajo, la enfermería es algo que la apasiona y para lo que tiene vocación, por lo que se mantiene firme en continuar ejerciendo la enfermería, para contribuir en un mejor cuidado y atención de las y los pacientes potosinos.
¿Por qué se celebra el Día de las enfermeras y los enfermeros en México, el día de reyes?
Cada 6 de enero se conmemora en México el Día de las Enfermeras y los Enfermeros, en reconocimiento al trabajo que realizan en el sistema de salud nacional.
En 1931 el Dr. José Castro Villagrana, director del Hospital Juárez de México, estableció que el 6 de enero sería reconocido como el día de la enfermera y enfermero en México, debido a que coincidía con el día de los reyes magos, así que presentó a las enfermeras como un “regalo de reyes” para los pacientes.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, la enfermería es una de las profesiones más respetadas y valoradas por la sociedad en México. De cada 100 profesionales de enfermería 85 son mujeres.
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