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  • Foto del escritorLa Rata

“Aves al vuelo, unidos por la esperanza"; Asociación que brinda esperanza


“Aves al vuelo unidos por la esperanza” la asociación que alarga la calidad de vida de personas con condiciones neurodegenerativas en SLP



Por: Xochiquetzal Rangel


"Aves al vuelo, unidos por la esperanza" es una asociación civil potosina que brinda terapias físicas a personas con enfermedades neurodegenerativas, para buscar frenar el deterioro de su salud y que los pacientes tengan una calidad de vida buena e independiente.


Esta asociación devuelve la esperanza a familiares y pacientes con discapacidades como la distrofia muscular, parálisis cerebral infantil, esclerosis lateral amiotrófica; se fundó en 1994, por la señora “Saruca” en honor a Rafael, un joven que padecía distrofia muscular progresiva y que buscaba ayudar a otras personas con su misma condición.


Inicialmente, este proyecto se llamó “Aves sin vuelo” derivado de las limitantes motrices que provocan los padecimientos neurodegenrativos en sus pacientes, sin embargo, con el paso de los años, la actual directora de la asociación civil, Alejandra García, optó por cambiar el nombre a “Aves al vuelo, unidos por la esperanza”, por las capacidades de los pacientes que buscan mejorar su calidad de vida.

Con la llegada de la pandemia por Covid-19 en el 2020, Aves al Vuelo tuvo que cerrar temporalmente las terapias físicas gratuitas que ofrecen, como parte de las medidas de restricción para evitar una propagación del virus; pausa que se extendió por tres años y con esto sus cerca de 40 pacientes tuvieron un rezago en su alud.


Pese a que el 17 de agosto, Aves al vuelo, reabrió sus puertas para recibir a pacientes de municipios de San Luis Potosí, Matehuala, Villa de Arista, Rioverde, entre otras, el regreso estuvo cargado de dolores, pero también de otra oportunidad para continuar mejorando.


El difícil camino de los pacientes durante la pandemia


“Fue duro dejar de venir porque yo ya estaba acostumbrado a venir cada viernes, me dió depresión porque yo ya tenía aquí a mis amigos, me sentí mal, mucha ansiedad, depresión, tristeza incluso ganas de suicidarme, estamos mejor, echándole ganas”, contó Juan Alberto Espinoza.

Juan Alberto Espinoza Sifuentes, es un joven de 24 años que fue diagnosticado con distrofia muscular desde los seis años de edad, un año después de que su familia se enteró de que padecía una enfermedad genética -que afecta la masa muscular, con ello los órganos y la movilidad de las personas- comenzó a acudir a terapia física con las y los terapeutas de Aves al vuelo.


Espinoza Sifuentes contó a La Alcantarilla, que lo más complicado de dejar de recibir la atención fue el dejar de ver a sus amigos, así como los dolores producidos por su propia condición y la falta de terapia física.


“Aquí somos una familia y somos como una hermandad, yo ya estaba acostumbrado a venir y sí me pegó duro eso en la pandemia. Ahorita vamos empezando de nuevo y me siento muy a gusto, ya ahorita me sentí más tranquilo porque sí me dolían los huesos mucho, ya con la terapia sí me siento mejor”, agregó.


El trabajo para la esperanza


Carolina Mireles, fisioterapeuta y neurorehabilitadora de Aves al vuelo, expresó que lo que se busca con las terapias físicas que brindan, es que la degeneración provocada en los músculos sea más lenta, por lo que se trabaja de diferente manera con cada caso, pues depende de la estadía o severidad del padecimiento en la que se encuentre la persona.


En el caso específico de personas en silla de ruedas, como Juan Alberto, se trabaja en el fortalecimiento del cuello, tronco, músculos y articulaciones.


Para Frida Ramírez, integrante de Aves al vuelo, la tarea que realiza esta asociación civil, además de la mejora en la calidad de vida de los pacientes, es importante, ya que realizan tareas para la visibilización de este tipo de condiciones que dificultan la vida de los pacientes y de sus familias.


“No tendríamos que hablar de discapacidad, de inclusión o empatía cuando es algo que desde que nacemos es parte del derecho. Que se nos olvida y comenzamos a excluir partes de la persona, que no puede estudiar, trabajar o divertirse y que cuando ellos lo hacen hasta nos sorprende”.

Actualmente, cuentan con un programa de atención gratuita cada quince días, con cerca de 40 pacientes a quienes les ofrecen terapias físicas e hidroterapia, dos de ellos con padecimientos como parálisis cerebral infantil y esclerosis lateral amiotrófica, mientras que los demás han sido diagnosticados con distrofia muscular.


“Aves al vuelo unidos por la esperanza” funciona en alianza con la asociación potosina “Juntos, una experiencia compartida” quienes comparten las instalaciones ubicadas en la calle No Me Olvides 1800, colonia Jardines del Sur, en la capital potosina.


En caso de que nuevos usuarios requieran de la atención que ofrecen, pueden contactarse con Aves al vuelo unidos por la esperanza, a través de sus redes sociales, a la página avesalvuelo.org.mx, para una cita en la que se les realizará una valoración médica, física y qué tratamiento requiere.




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